Escándalos y negocios turbios marcan gestión de Noriel Araúz en la AMP
“El escandaloso legado de Noriel Araúz en la Autoridad Marítima de Panamá”
Noriel Araúz, el exadministrador de la Autoridad Marítima de Panamá (AMP), ha dejado un legado marcado por escándalos, contratos directos a amistades, y compras millonarias de plataformas digitales que no funcionan. Su gestión ha sido cuestionada y ahora enfrenta procesos legales en la Corte Suprema de Justicia.
Araúz, desafiando las advertencias del presidente José Raúl Mulino, continuó con sus contrataciones y permisos que representaban grandes negocios a pocas semanas del cambio de Gobierno. Incluso, solo tres semanas antes de la transmisión de mando, dejó amarrado un negocio más para un grupo empresarial favorecido por él.
El caso más reciente involucra a la empresa Monjasa y su asociación con Pablo Torres, amigo personal de Araúz. La introducción de la embarcación Monjasa Thunder desde África y la rápida autorización de permisos para operar en Panamá levantaron sospechas. Torres, beneficiado desde el inicio de la administración de Araúz, ha sido parte de varios negocios lucrativos gracias a su relación con el exadministrador.
A pesar de las críticas y el daño ocasionado al país, Araúz ha defendido los negociados que favorecen a Monjasa y a su amigo Pablo Torres. La exclusividad otorgada a esta asociación ha generado controversia en la industria de cruceros y ha afectado la reputación de Panamá.
Ahora, a dos semanas del nuevo Gobierno, se revela un nuevo negocio armado por Araúz para la asociación Monjasa-Pablo Torres. La embarcación Trueno Monjasa fue autorizada para realizar un negocio de barcaza para despachar combustibles en la bahía de Panamá, aunque la empresa la promociona internacionalmente como un barco de almacenamiento flotante de combustible, algo prohibido en Panamá.
Expertos señalan que esta actividad podría estar incurriendo en competencia desleal y evasión de pagos a terminales autorizadas, poniendo en riesgo el comercio y el empleo de más de 1,000 personas. Monjasa no ha solicitado licencias ni consultas legales para operar, lo que plantea serias dudas sobre la legalidad de sus acciones.
El legado de Noriel Araúz en la AMP es sin duda controvertido y deja al descubierto prácticas cuestionables que deben ser investigadas a fondo. La transparencia y la legalidad deben prevalecer en las instituciones públicas para garantizar el bienestar y la confianza de la ciudadanía.